Conozca a la familia Stone: un viaje de acogida

Conozca a la familia Stone: un viaje de acogida.Jerry y Tessa no crecieron de la misma manera, pero su fe y amor compartidos por los niños los unieron en su camino hacia el cuidado temporal. Ahora con licencia desde hace más de un año, han abierto su hogar y sus corazones a niños que necesitan seguridad, estructura y apoyo.

Diferentes orígenes, una misión compartida

P: Cuéntanos un poco sobre tu familia.
Alemán: Crecí rodeado de amor, comprensión y una guía sólida. Mi abuelo asumió el papel de padre y me enseñó el valor de la fe, la familia y la constancia. La iglesia fue una parte importante de nuestras vidas, y todavía intento vivir las lecciones que me enseñó.

Tessa: Mi infancia fue diferente. La relación de mis padres fue hostil y finalmente terminó en divorcio. Nos mudábamos mucho, pero la iglesia era una constante, aunque no siempre estuviera en el mismo lugar. A pesar de todo, mi fe en Dios me afianzó. Mirando hacia atrás, esos años difíciles me moldearon. No los disfruté en ese momento, pero me ayudan a conectar con los niños que acogimos hoy y a cuidarlos.

Comenzando el viaje de acogida

P: ¿Cuánto tiempo llevas criando niños?
A: Llevamos poco más de un año con la licencia. Antes de eso, acogimos a nuestra nieta durante seis meses, así que en total, aproximadamente un año y medio.

¿Por qué elegimos ser padres de crianza?

P: ¿Qué les hizo querer convertirse en padres adoptivos?
Alemán: Amamos a los niños y sabemos que no todos tienen la misma oportunidad de tener un hogar estable. Queríamos brindarles eso.

Tessa: Siempre soñé con ser mamá. Cuando no teníamos hijos propios, sentí que Dios nos guiaba a una familia de acogida. Era hora de dar un paso al frente y cuidar de niños que necesitaban un hogar seguro.

Los momentos más difíciles

P: ¿Cuál ha sido la parte más difícil de ser padre de crianza?
Alemán: Ver a los niños llegar casi sin nada: quizá una bolsa de la compra con algo de ropa, a veces ni siquiera zapatos. El miedo y la incertidumbre en sus ojos son desgarradores.

Tessa: Estoy de acuerdo. Es duro ver a niños salir del abuso o la negligencia, asustados e inseguros de qué sigue. También es duro cuando regresan a situaciones que quizá no hayan cambiado del todo. Algunas reunificaciones son maravillosas, pero otras se sienten incompletas. La casa se siente vacía después: se acabaron los pies de los pequeños y las rutinas para dormir. Incluso las despedidas se sienten como una pérdida.

Las partes más dulces

P: ¿Qué ha sido lo más dulce de ser padre adoptivo?
Alemán: Ver a los niños descubrir que alguien realmente está ahí para ellos. Alguien que los escucha, los acepta y les ofrece amor incondicional.

Tessa: Es increíble verlos crecer, sabiendo que están seguros y amados. Estar ahí en un momento tan confuso y ofrecerles constancia hace que cada momento valga la pena.

Lo que hemos aprendido y queremos compartir

P: ¿Qué consejo compartiría con otras personas que están considerando convertirse en padres adoptivos?
Alemán: Prepárate para adaptarte. Cada niño tiene necesidades diferentes. Algunos han carecido de lo básico: alimentación, higiene, atención. No los presiones demasiado. Deja que desarrollen confianza a su propio ritmo. Una vez que lo hagan, todo cambiará.

Tessa: Ignora las críticas. Establece límites firmes, tanto para ti como para los niños. Mantén las reglas simples y consistentes. Dales espacio y responde con paciencia. No tengas miedo de tomarte un respiro cuando lo necesites. Ser padre de acogida es como criar, con desafíos adicionales. Los niños necesitan normalidad y estructura, incluso si solo están contigo un rato.

Más que una casa

P: ¿Hay algo más que le gustaría compartir?
Alemán: Pide ayuda y mantén a tu red de apoyo cerca. No es tarea fácil, pero es gratificante.

Tessa: Establece límites y celebra tus logros. Pide ayuda cuando la necesites. Al principio, pensé que lo teníamos todo resuelto. Luego llegaron imprevistos: cambios de trabajo, puestos que no nos ofrecían nada. Contactamos a nuestra iglesia y encontramos un apoyo increíble. Eso nos ayudó, y a los niños, a sentirnos más conectados y cuidados.

También enseñamos a nuestros hijos de acogida habilidades para la vida: cómo ayudar en casa, servir en eventos y asumir responsabilidades. Verlos aplicar esas lecciones me alegra el corazón. Están aprendiendo cosas que les servirán en la edad adulta.

Fomentar con propósito

Los Stones saben que la acogida no se trata solo de darles a los niños un lugar donde quedarse, sino de ayudarlos a sanar, crecer y encontrar estabilidad, aunque sea por una temporada. Con fe, flexibilidad y mucho amor, están generando un gran impacto en el condado de Mohave.


Estamos aquí para apoyarle en cada paso del camino.

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