Un hogar para Ashley

Ashley con su familia"Aquí está mi historia sobre Ashley (escrita por un padre adoptivo de Arms of Love)

Dios te lleva a lugares inesperados cuando pides orientación. Después de un año de vivir con nuestra primera hija adoptiva, Shyley, comenzó a pedir una hermana. Comenzamos a orar para que Dios mostrara el camino hacia este resultado, pero ya tenía muchos cambios en marcha y estaba reacio a otro cambio más.

El año anterior, mi jefe durante catorce años se jubiló y mi puesto de sexto grado en mi escuela primaria fue trasladado a la escuela intermedia local. Entregué mi corazón y mi alma a esa escuela y pensé que nunca me mudaría. Estaba equivocado. Mi nuevo jefe no me garantizaría un puesto en mi sitio actual y me transfirieron a una nueva escuela. Esto significó la construcción de un nuevo plan de estudios, nuevos amigos entre los maestros y nuevas relaciones con las familias. Simplemente estaban sucediendo demasiadas cosas nuevas.

Dios me ayudó a pasar ese primer año en el nuevo sitio y me dio un vistazo de mi futura hija. Una linda niña rubia de tercer grado ocasionalmente me saludaba. Mi hija, Shyley, conversaba con ella en el patio de recreo. Mi corazón se rompió por ella cuando se quedó el último día de clases sin nadie que la recogiera. Fue entonces cuando escuché su nombre por primera vez, Ashley. En mi mente, esperaba que esta pequeña niña fuera atendida.

Durante ese verano, mi esposa y yo solicitamos acoger a otro niño de crianza. Nos dijeron que una niña de mi escuela actual necesitaba una colocación. Se llamaba Ashley y estaba en tercer grado. No podía ser esa misma niña del último día de clases la que me preocupaba, ¿verdad? Fue ella.

Después de poco más de seis meses de acogida, aceptamos a Ashley como miembro permanente de nuestra familia. Fue necesario que Dios me sacara de mi zona de confort y me colocara en una circunstancia completamente nueva para que ocurriera la adopción. Mi consejo para todos es que busquen la razón del cambio de Dios en su vida. Lo que realmente no tiene sentido algún día podría ser una de las mayores bendiciones que jamás recibirás.

Mantenga la fe, arda de esperanza y comparta continuamente el amor de Dios,

Marcos"

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